Erasmus + Viaje a Rumanía

Un curso nuevo abanderado con movilidad nueva, continuamos con nuestro proyecto de Erasmus + LEARNING ZONE FOR INCLUSION AND EQUALITY. Nos desplazamos esta vez a nuestro socio en Rumania, concretamente en la ciudad al lado del Danubio de Giurgiu para encontrarnos con nuestros amigos italianos.

El primer día comenzamos en el colegio anfitrión; nos han recibido que sus trajes regionales y preparado algo de “picoteo” de aquí nada más llegar…un delicioso pan típico del país.

Hemos podido asomarnos a las clases y ver cómo trabajaban tanto profesores como alumnos; y hemos podido ver los proyectos expuestos de Erasmus de otras ediciones. El cole por la mañana está ocupado por alumnado de primaria y por la tarde por secundaria. Muy curiosa su organización…son unos 500 alumnos repartidos en dos periodos compartiendo las aulas. Tras la visita, nuestros chicos han expuesto los trabajos de las mujeres icónicas en la historia de nuestro país. Hemos hablado de Lidia Valentín, Emilia pardo Bazán o Rosalía De Castro entre otras… Y hemos escuchado a nuestros compañeros de Italia y Rumania sobre sus mujeres más emblemáticas.

Continuamos el día con recorrido turístico por la ciudad para terminar agotados en el hotel, no sin antes pasar por un Carrefour para poder llevarnos algún snack a la habitación por si la cena no fuera de nuestro agrado.

Comenzamos un segundo día en la ciudad de Bucarest. Por suerte hemos tenido un tiempo espléndido. Por la mañana hacemos un recorrido turístico por la ciudad. Es día laborable pero no lectivo (celebran el día mundial del maestro) por lo que las guías para nosotros y para el grupo italiano, han sido profesoras del colegio y un par de alumnas voluntarias; el resto del grupo rumano se ha quedado descansando en casa. Hemos visto el palacio de la moneda, varias iglesias ortodoxas, el museo nacional de Rumanía y hemos paseado por el casco histórico de la ciudad. Nos han impresionado los enormes edificios y las enormes avenidas que hay por toda la ciudad (aquí todo es a lo grande, no hay nada pequeño…) Para comer nos han llevado a un restaurante típico muy antiguo y hasta hemos contado con un pequeño concierto de violines que amenizaban nuestra comida. La tarde libre por la zona antigua con comprar y tiempo para conocer.

Un tercer día que amanece con nervios, puesto que es el día en el que ponemos en común las obras de teatro preparadas por cada uno de los centros. Muchos nervios y emociones se han vivido a la largo de la mañana ya que además de la responsabilidad de hacer las cosas bien, se ha unido un teatro lleno hasta la bandera y hasta una televisión local retransmitiendo el evento. Tras las obras llega la recogida de diplomas. Y después, nos hemos ido a comer a orillas del río Danubio desde dónde podíamos ver la ciudad búlgara de Ruse. Hemos llegado a la conclusión de que las delicias típicas de Rumanía no están hechas para la boca de nuestros jóvenes españoles. Inmediatamente tras la comida hemos vuelto un rato al hotel a “descansar” y a las 18:00 hemos acudido a un gran salón cercano al hotel para la gran fiesta de despedida a la que hemos acudido alumnos, padres y profes de los tres centros. Hasta hemos tenido discoteca donde hemos sido “amenizados” con canciones actuales tales como la macarena, la gasolina o saturday night… en este país los profes a veces tenemos la sensación de que estar viajando al pasado 10, 15 y hasta 20 años. Y las despedidas de rigor con alguna lágrima incluía hizo que nos emplazáramos para un nuevo encuentro en España el año que viene.

Nuestro último día antes de comenzar el largo viaje de vuelta y encerrando en la maleta los últimos calcetines que habían ido apareciendo a lo largo de la noche, viajamos durante media hora a Bucarest. Visitamos desde fuera el monumental parlamento rumano y paseamos por las bonitas fuentes que adornan el paseo principal de la ciudad. Después nos dirigimos a un gran centro comercial donde pudimos disfrutar de las magníficas hamburguesas del Mc Donalds rumano. Tras la comida entramos en el museo de los sentidos de Bucarest donde nos divertimos con ilusiones ópticas, laberintos de espejos, juegos de olores…Después del museo tuvimos el tan ansiado tiempo libre por el centro comercial. Tras las compras nos dirigimos al hotel de nuevo habiendo recorrido más de 17 Km por la ciudad.

Pensamos que el recuerdo que se llevan de este país, del que posiblemente no sabían ni dónde estaba ubicado hace apenas 10 días, es inolvidable…

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